lunes, noviembre 13, 2006

carta abierta a mi hijo(a)

Hace tres días fuimos mi esposa Paola y yo a una cita con el doctor, para ver a través de una ecografía, qué tanto había crecido nuestro hijito o hijita (aun no sabemos el sexo).

Una vez dispuesta la cámara dentro del vientre, esta maravilla de la tecnología registra las formas que va encontrando a su paso. Luego envía los registros a un televisor colocado al frente de la camilla donde esta recostada Paola. Cuando el doctor enciende la pantalla se ve una mancha negra que copa todo. Luego de unos instantes el médico manipula y sobre el fondo negro aparecen varias manchas grises. Se puede distinguir en la pantalla, algunas imágenes sinsentido. Las formas absurdas aparecen y desaparecen y cambian con cada movimiento que hace el galeno dirigiendo la cámara. Hasta que en algún momento cuajan en un hombrecito en miniatura.

“Ahí está su hijo”, nos dice el médico.

Y sí, ahí está él. (Veo sus brazos, sus manitas –sin trapito-, sus piernas, su cabezota de foco)

Entonces mi hijo nos hace el primer regalo: cuando el doctor lo hizo aparecer en la pantalla por completo y enterito, el pequeñín o pequeñina alzó su bracito y comenzó agitarlo tal cual el papá le había enseñado. Nos estaba saludando. O quizá en agradecimiento a tanto cariño que ya le prodigamos, hace gala de sus habilidades y su capacidad para entendernos y justo cuando supo que estaba en el cuarto de hora de popularidad que implica aparecer en una pantalla de televisión nos hizo ese saludo tan particular que solo su madre y su padre entendemos, y por consiguiente, nos sintamos muy orgullosos de nuestra mejor creación. “Mira mamá, mira papá; estoy aquí” nos decía y alzaba y agitaba su bracito una y otra vez.

Lo veo y no puedo creerlo.

Fue emocionante y se me cortó la respiración.

El doctor volvió a la carga. Y esta vez, en la pantalla apareció su pecho en primer plano, y en medio de él, fulgurando con la fuerza de una locomotora, su corazón latiendo repleto de energía. Es sorprendente el milagro de la vida. Dentro del vientre de mi mujer, mi hijo ya está vivo, sintiendo, experimentando, descubriendo el mundo. En la pantalla se ve un punto que crece y se encoge con mucha vivacidad. Es el corazón de mi hijo. Mi hijo: suena raro, pero hermoso a la vez. “Está en excelentes condiciones”, nos dice el doctor. Y la mejor prueba de ello es su corazón bombeando sangre –sístole, diástole.

Advierto entonces que mi esposa tiene problemas para ver la pantalla. Desde su posición es muy difícil observar con claridad el monitor. Pero cuando la veo, siento envidia. Si yo soy capaz de experimentar todas estas emociones, qué sentirá ella que lo lleva dentro de su vientre, me pregunto. Esa experiencia es un privilegio que solo tienen las mujeres que son madres.

Entonces se me ocurre escribirte una carta, hijo. Para decirte que ya que estamos en confianza, debo advertirte que cuando pises este planeta descubrirás que si bien es cierto que tu madre y yo te amamos por encima de todo, también es verdad que la vida es muy dura, cruel, injusta y jodida; y al mismo tiempo es hermosa, bella, maravillosa y con miles de razones para vivirla intensamente. De ti depende cómo la veas. O es un caos sin remedio o es una gran oportunidad para mejorar las cosas.
Y bueno, ya que estamos entre tu y yo, déjame decirte que no andas muy bien en conducta, verdad? Mira cómo le haces la pataleta y el berrinche a la mamá que tiene que trabajar muy duro. Sabemos que eres muy inquieto pero usted deberá también tener consideraciones para con sus padres. Recuerde que debemos reducir a su mínima expresión los llantos de madrugadas. Recuerda que andas con excelentes notas en aprovechamiento, pero malas en comportamiento. Sí, hijito o hijita, yo sé que tu mamita también era muy traviesa, y tú también puedes serlo….pero no tanto.

No te olvides.

Nada de burlarte de la gente, ¿me entiendes?


Y estas son las travesuras que deberás evitar prioritariamente:

No le jales las cejas al abuelo Genaro.
No imites la manera de caminar de la abuelita Nelly.
No malogres las puertas ni las plantas de la abuelita Lourdes.
No le escondas su fólder al abuelito Alcibíades

Y sobretodo,

No le pongas apodos a tus tíos y a tus tías!!!

8 comments:

Blogger ff said...

volví a tu blog después de mucho tiempo y me he sorprendido al ver algo nuevo

6:03 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

de vez en cuando entro a este blog xq me gusta mucho leer lo q escribes y esta carta a tu hijo me gusto mucho, me hizo recordar los momentos q vivi en esa etapa de mi vida que aunque no fue del todo lindo!!! es lo mas maravilloso q te puede pasar y q desde q esta ahi ese ser tan amado!! jamas ,jamas dejaras de vivir cosas lindas......

9:20 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

miles de besos a Ustedes tres, de aqui tan lejos le envío a mi ahijado putativo miles de besitos!
CARI

8:08 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Como que no chaplinee a los tios,si su viejo ya le puso cabeza de foco, ademas mexicana y rambo ya lo bautizaron......

5:33 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Bien esa carta, queda para la historia,ademas a mi sobrino(a) no le va faltar esquina,la va hacer linda,y más que nada enseñarle a que sea un libre pensador y un hombre de bien,felicitaciones a los tres y que vengan más.......
PACO.

5:55 p. m.  
Blogger DAVID said...

GRACIAS. DEMÀS ESTÁ SABER QUE SUS TÍOS LE QUERRÁN MUCHO.

11:11 a. m.  
Blogger FlOr said...

Hola llegue aca por el blog de Bau, que bella manera de redactar lo que sentiste al ver la imagen de tu bebe, no he pasado por la experiencia pero les deseo lo mejor a los papás!!

8:44 a. m.  
Anonymous Kalú said...

ME CABO DE ENTERAR AYER QUE ESTOY ESPERANDO UN BEBE...AUN NO LO ASIMILO...NO LO PROCESO, AUN CUANDO ES UN HIJO MUY MUY DESEADO...ES MUY LINDO LO QUE ESCRIBES TU HIJO...LOGRASTE QUE ME EMOCIONARA Y HASTA UNA LAGRIMAS DERRAME...FELITACIONES...A AMBOS...UN HIJO ES EL MAS HERMOSO REGALO QUE EL CIELO NOS PUEDE ENVIAR...

3:45 p. m.  

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