lunes, enero 26, 2004

Escena de un atardecer de domingo con sunset

Con la camisa de mi papá le he tapado la boca y ella sin decir nada ha obedecido.

-Abre las piernas- le digo, y le meto la tela en la boca.

Sus extremidades blancas se ven más blancas todavía, su cabello es muy negro y se abanica sobre sus hombros cubriendo su cara, que recostada de un lado sobre el colchón pelado mantiene aún esa mirada vacía, como muerta. Pero le gusta, eso yo lo sé.

-Ábrelas más- ordeno con voz serena pero firme y con mi mano tomo uno de sus muslos y lo separo del otro. Ella no se opone, tampoco colabora.

Además no pueden decirme nada puesto que los culpables son ellos. El idiota de Juan me dice que eso es pecado mortal, que ha visto en la tele que es cuando lo haces con alguien de tu familia.