viernes, marzo 18, 2005

luciana salazar y las blandeces en su punto

El cuerpo de esta argentina es blandito y formadito. No hay atisbos de músculos hechos en un gimnasio, sino que esa anatomía es producto de la naturaleza divina que de vez en cuando se le ocurre hacer cosas bonitas, otras veces cosas feas, pero raras veces cosas extraordinarias como Luciana. Y es verdad que las blandeces en su punto (así la llamaremos ahora a ese tipo de cuerpos femeninos que lejos de los gimnasios-que no hacen otra cosa que endurecer los músculos y terminan quitándole su principal atributo: la feminidad – mantienen las curvas de una manera turgente y natural. Ese tipo de carnes que tiemblan ligeramente cuando hacen movimientos ligermamente bruscos). Se ven exquisitas esas blandeces, esos brazos sin un ápice de dureza, pero muy distantes también de la celulitis. Es sólo piel. Piel blanda y suave. Como el corte más fino de un buen cuadril. Bon apetite.


luciana salazar